Pensamientos de Confucio

"Escoge un trabajo que ames y no tendrás que volver a trabajar un solo día en tu vida"
 

 

El nombre habitual de Confucio en chino es Kǒngzǐ (孔子), literalmente "Maestro Kong". Una variante de este nombre, poco habitual en la actualidad, es Kǒng Fūzǐ (孔夫子), de la que se deriva el nombre tradicional en español a partir de la forma latinizada Confucius, adoptada por los jesuitas en sus primeros contactos con China.

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 Nombre real: KUNG FUTSÉ, el mayor Maestro de la Antigüedad Filósofo y teórico político cuyas ideas y pensamientos ejercieron y ejercen una profunda influencia sobre la civilización de toda Asia Oriental.

El gran progreso de forma de vida, material y espiritual de la mayor parte del continente se fundamenta en sus enseñanzas.

Es también uno de los 5 Santos de las 5 Grandes Religiones, creador del confucianismo y una de las figuras más influyentes de la historia china. Las enseñanzas de Confucio han llegado a nuestros días gracias a las Analectas, que contienen algunas de las discusiones que mantuvo con sus discípulos.

 
 
“Hay personas que lloran al saber que las rosas tienen espinas. Otras se ríen de alegría al saber que las espinas tienen rosas”.
 
"Cuéntame, y lo olvidaré. Muéstrame, y lo recordaré. Envuélveme, y lo entenderé "
 
 
 
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Confucio fue contemporáneo con Lao Tse y Buda, vivió 500 años antes de Jesús Cristo.

( 551- 479 A.C. )

El hombre que ha cometido un error y no lo corrige, comete otro error.


“No te creas tan grande hasta el punto de pensar y ver a los demás por debajo de ti.”


“Aquel que estima más el oro que a la virtud ha de perder a ambos.”


"Mucho sabe quien conoce la propia ignorancia”.


“Todas las cosas poseen belleza, pero no todos la ven.”


“Debes tener la cabeza siempre fría, el corazón siempre caliente y la mano siempre larga.”


“Deja que el carácter sea formado por la poesía, fijado por las leyes del buen comportamiento, y perfeccionado por la música.”


Cuando en un país reina el orden, es una vergüenza ser hombre pobre y común. Cuando en un país reina el caos, es una vergüenza ser rico y funcionario.


La verdad no puede apartarse de la naturaleza humana. Si lo que consideramos verdad se aparta de la naturaleza humana, entonces no puede ser verdad.


Cuando el gobernante mismo obra rectamente, ejercerá influencia sobre el pueblo sin dar órdenes, y cuando el gobernante mismo no obra rectamente, todas sus órdenes serán inútiles.


Si un gobernante rectifica su propia conducta, el gobierno es asunto fácil, y si no rectifica su propia conducta, ¿cómo puede rectificar a los demás?


Cuando las familias individuales han aprendido la bondad, entonces la nación entera ha aprendido la cortesía


El enseñar a los niños a querer a sus padres y hermanos y a ser respetuosos con sus superiores, hecha los cimientos de correctas actitudes mentales y morales para llegar a ser buenos ciudadanos.


Dejé de comer y de beber para meditar; es inútil: más vale aprender.


Pensar, sin aprender, es cansador y peligroso. Aprender, sin pensar, es vano.


Yo no innovo, transmito: soy fiel, amo a la antigüedad.


Quien ha nacido en nuestros días y retorna a los modos de la antigüedad es un estúpido y labra su propia desgracia.


Quien aprende, no por ello penetra hasta la verdad; quien penetra hasta la verdad, no por ello es capaz de afianzarla; quien la afianza, no por ello está en condiciones de sopesarla en cada circunstancia particular.


Sólo quien no repara la falta que ha cometido (no se enmienda) incurre de veras en falta.


Yo no imparto enseñanza al que no se esfuerza sinceramente en aprender.


Escuchar muchas cosas y seleccionar de entre ellas lo bueno y seguirlo; ver muchas cosas y grabárselas en la mente; he aquí, al menos, el segundo grado de sabiduría.


Cuando tenía quince años, estaba empeñado en aprender; a los treinta, contaba con una base firme; a los cuarenta, ya no tenía dudas de nada; a los cincuenta, conocía la ley del Cielo; a los sesenta, tenía los oídos bien abiertos; a los setenta, era capaz de satisfacer los deseos de mi corazón sin excederme.


Si uno se sabe de memoria las trescientas piezas del cancionero, pero cuando se le encargan las funciones de gobierno no es capaz de desempeñar (el puesto), o mandado en calidad de enviado al extranjero no se sabe contestar por sí mismo, ¿de qué sirve tanta erudición?


¿Por qué, niños, no aprendéis las canciones? Las canciones sirven para elevarse, para atestiguar el propio valer, para aprender sociabilidad, para aprender a odiar, para servir en casa al padre y fuera de casa al soberano.


Las trescientas piezas del cancionero pueden sintetizarse en estas cuatro palabras: no abrigar malos pensamientos.


Si no se aprende, la sinceridad se trueca en grosería; la valentía, en desobediencia; la constancia, en caprichoso empecinamiento; la humanidad, en estupidez; la sabiduría, en confusión; la veracidad, en ruina.


Un pueblo sólo puede ser guiado por costumbres, no por saber.


Es hombre quien imponiéndose a su yo se somete a los «li», a la ley de las convenciones sociales.


El noble en la práctica se deja guiar por los «li» (costumbres)


Si predomina la sustancia, se es rudo; si predomina la forma, se es un escriba (esto es, un pisaverde espiritual)


¿De qué sirven los «li» a un hombre que no ama a los hombres?


Una posición eminente sin nobleza de carácter, culto sin veneración, prácticas funerarias sin sincero dolor: he aquí situaciones que no soporto.


Odia a los que son viles y calumnian a quienes son superiores a ellos; odia a los valientes que no saben de normas de convivencia; odia a los fanáticos atrevidos que son gente estrecha de miras.


El noble no se desentiende de sus semejantes.


El noble promueve lo que tiene de hermoso el hombre, el vil lo que tiene de feo.


Cosa del Cielo es poseer la verdad, cosa del hombre es buscar la verdad. Quien posee lo verdadero acierta lo justo sin esfuerzo, logra el éxito sin reflexionar.


Quizás otros acierten de entrada; lo que es yo, no acierto sino después de diez tentativas. Quizás otros acierten después de diez tentativas; yo, después de mil. De cualquier forma, quien es suficientemente perseverante para transitar este camino, si es necio, llegará a ver claro; si es débil, llegará a ser fuerte.


La medida y el medio son la culminación de la naturaleza humana. El estado en el cual aún no se manifiesta la esperanza, ni la ira, ni la tristeza, ni la alegría, se llama el medio. El estado en el cual ellas se manifiestan pero aciertan el ritmo justo se llama la armonía.


No hay nada más patente que lo secreto, ni nada más tangible que lo recóndito; por eso, el noble debe ser cauteloso con respecto a lo que él sólo es para sí.


Hacer verdaderos los pensamientos significa no engañarse a sí mismo.


Cuando uno examina su propia interioridad y comprueba que no hay en ella nada malo, ¿por qué habría de ser triste, qué tiene que temer?


El noble ante nada en el mundo adopta una actitud cerrada en favor o en contra. Se adhiere únicamente a lo justo. Está para todos y es imparcial. Ante lo que no entiende suspende el juicio. Se caracteriza por firmeza de carácter, pero no por obstinación. Es tratable, pero sin intimar. Es seguro de sí, pero no porfiado.


Quien ama a los hombres afianza a los hombres, pues él mismo desea ser afianzado; ayuda a los hombres a lograr éxito, pues él mismo desea lograr éxito.


Quien tiene la íntima substancia, también tiene las palabras; quien tiene palabras, no siempre tiene también la íntima substancia.


Si las palabras (términos, conceptos) no son las justas, los juicios no son claros, las obras no prosperan, los castigos resultan desajustados y la gente no sabe dónde poner la mano y el pie. Por eso el noble escoge sus palabras de manera que su empleo no pueda dar lugar a dudas y formula sus juicios de manera que puedan, más allá de toda duda, traducirse en actos. El noble no admite equívocos en lo que dice.


Mi doctrina toda se resume en una sola cosa: «tchung» (el medio); o, acaso, en una sola palabra: «shu» (igualdad, reciprocidad, amor al prójimo).


No puede ser calificado de noble quien desconoce la voluntad del Cielo, no puede estar asentado sobre una base firme quien ignora las leyes de las conveniencias («li»); no puede conocer a los hombres quien no entiende de las palabras de ellos.


El saber consiste en admitir como saber lo que se sabe y como no-saber lo que no se sabe.


Cuando el corazón se agita, se ofrenda rutinariamente. Por eso, sólo el sabio es capaz de agotar el sentido de la ofrenda.


No enseñar a un hombre que está dispuesto a aprender es desaprovechar a un hombre. Enseñar a quien no está dispuesto a aprender es malgastar las palabras.


El sendero recto no es seguido. Yo conozco la causa de ello. Los hombres instruidos lo rebasan; los ignorantes no lo alcanzan. Los hombres de virtud fuerte llegan más allá; los de virtud débil no llegan. El hombre de virtud auténtica persevera naturalmente en la práctica del medio igualmente alejado de los extremos.


Tener suficiente dominio de sí mismo para juzgar a los otros por comparación con nosotros mismos, y obrar en relación a ellos tal como desearíamos que obrasen con nosotros, a esto es a lo que puede llamarse doctrina de la humanidad; no hay nada más allá de esto.


Poseer capacidad y talentos, y aceptar la opinión de los que carecen de ellos; tener mucho y aceptar la opinión de los que no tienen nada; ser rico y comportarse como siendo pobre; estar lleno y parecer vacío y desprovisto de todo; dejarse ofender sin manifestar resentimiento; en otro tiempo tenía un amigo que se comportaba así en la vida.


Cuando uno no sabe aún lo que es la vida, ¿cómo podría conocer lo que es la muerte?


“El buen proceder consiste en ser sinceros en todo y adecuar nuestra alma con la voluntad universal, esto es, hacer a los otros aquello que deseamos que nos hagan.”


“El hombre de bien exige todo de sí mismo; el hombre mediocre espera todo de los otros."


“La mayor gloria no es permanecer de pie, sino levantarse cada vez que se cae."


"Solo los grandes sabios y los grandes ignorantes son inmutables."


“Las hierbas dañinas no matan la buena simiente, pero si la negligencia del campesino.”


“Para donde quiera que vayas, vete con todo, lleva al lado tu corazón”


"Transportad un puñado de tierra todos los días, y hareis una montaña."


"No corregir nuestras faltas es lo mismo que cometer nuevos errores."


"Escoge un trabajo que tu ames, y no tendrás que trabajar un único día de tu vida.“
"Nunca desafíes, apuesta. Si sabes que vas a ganar eres un canalla y si no lo sabes eres un loco."
“Hasta que el sol brille, encendamos una vela en la escuridad”.
“Donde hay justicia no hay pobreza.”
“Pagar el bien con el bien y el mal con la justicia."
“Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae”.
"Cuéntame, y lo olvidaré. Muéstrame, y lo recordaré. Envuélveme, y lo entenderé "
“Cuando naciste, a tu alrededor todos reían, sólo tu llorabas. Haz por vivir de tal modo que, a la hora de tu muerte, todos lloren, sólo tu rías”.

“Hay personas que lloran al saber que las rosas tienen espinas. Otras se ríen de alegría al saber que las espinas tienen rosas”.

“La ignorancia es la noche de la mente, mas una noche sin luna ni estrellas”.

“Exige mucho de ti y espera poco de los otros.”

"La naturaleza humana es buena y la maldad es esencialmente antinatural"
"Nuestra mayor gloria no está en no caer jamás, sino en levantarnos cada vez que caemos"
"No todos los hombres pueden ser grandes, pero pueden ser buenos."
"El que por la mañana ha conseguido conocer la verdad, ya puede dormir por la tarde"
"Sólo puede ser feliz siempre el que sepa ser feliz con todo."
"Transporta un puñado de tierra todos los días y construirás una montaña"
"Por muy lejos que el espíritu vaya, nunca irá más lejos que el corazón."
"Escoge un trabajo que ames y no tendrás que volver a trabajar un solo día en tu vida"
"No me preocupa el no ser conocido. De lo que trato es de hacerme digno de ser conocido."
"No hagas a otro aquello que no te gustaría que te hicieran a ti."

"Mucho sabe quien conoce su propia ignorancia"

"Todas las cosas pueden ser bellas pero pocos las pueden ver"
"La venganza eterniza los odios."
"Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el corazón y larga la mano."
"Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos."
"Aprender sin pensar es tiempo perdido; pensar sin aprender es peligroso"
"Cometer un error y no corregirlo es otro error."

"El hombre superior es modesto en el hablar, pero abundante en el obrar."
"Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae"

"Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos"
"Quien pretenda una felicidad y sabiduría constantes deberá acomodarse a frecuentes cambios."
"Hay personas que lloran por saber que las rosas tienen espinas. Hay otras que sonríen por saber que donde hay una espina, hay una rosa"
"La ignorancia es la noche de la mente. Pero una noche sin luna , ni estrellas"
"Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro."

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"Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos"
 
 
 
El confucianismo persigue un orden social racionalizado a través de la ética y basado en la cultura personal. Tiende a un orden político echando los cimientos de un orden moral, y busca la armonía política tratando de perfeccionar la armonía moral en el hombre mismo. De modo que su característica más curiosa fue la abolición de la diferencia que existe entre la política y la ética.

Hasta el chi kung, acupuntura y la cultura china en general han recibido su influencia de Sabiduría.

La meditación y la filosofía en general utilizan su forma de pensar, las religiones han mantenido vigente sus principios.

 
 
 
 
"Quizás otros acierten de entrada; lo que es yo, no acierto sino después de diez tentativas. Quizás otros acierten después de diez tentativas; yo, después de mil. De cualquier forma, quien es suficientemente perseverante para transitar este camino, si es necio, llegará a ver claro; si es débil, llegará a ser fuerte".