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Confucio
fue contemporáneo con Lao Tse y Buda, vivió 500 años
antes de Jesús Cristo.
( 551- 479 A.C. ) |
El
hombre que ha cometido un error y no lo corrige, comete otro
error.
“No te creas tan grande hasta el punto de pensar y ver a los
demás por debajo de ti.”
“Aquel que estima más el oro que a la virtud ha de perder a
ambos.”
"Mucho sabe quien conoce la propia ignorancia”.
“Todas las cosas poseen belleza, pero no todos la ven.”
“Debes tener la cabeza siempre fría, el corazón siempre caliente
y la mano siempre larga.”
“Deja que el carácter sea formado por la poesía, fijado por las
leyes del buen comportamiento, y perfeccionado por la música.”
Cuando en un país reina el orden, es una vergüenza ser hombre
pobre y común. Cuando en un país reina el caos, es una vergüenza
ser rico y funcionario.
La
verdad no puede apartarse de la naturaleza humana. Si lo que
consideramos verdad se aparta de la naturaleza humana, entonces
no puede ser verdad.
Cuando el gobernante mismo obra rectamente, ejercerá influencia
sobre el pueblo sin dar órdenes, y cuando el gobernante mismo no
obra rectamente, todas sus órdenes serán inútiles.
Si un
gobernante rectifica su propia conducta, el gobierno es asunto
fácil, y si no rectifica su propia conducta, ¿cómo puede
rectificar a los demás?
Cuando las familias individuales han aprendido la bondad,
entonces la nación entera ha aprendido la cortesía
El
enseñar a los niños a querer a sus padres y hermanos y a ser
respetuosos con sus superiores, hecha los cimientos de correctas
actitudes mentales y morales para llegar a ser buenos
ciudadanos.
Dejé
de comer y de beber para meditar; es inútil: más vale aprender.
Pensar, sin aprender, es cansador y peligroso.
Aprender, sin pensar, es vano.
Yo no innovo, transmito: soy fiel, amo a la
antigüedad.
Quien ha nacido en nuestros días y retorna a los
modos de la antigüedad es un estúpido y labra su propia
desgracia.
Quien aprende, no por ello penetra hasta la
verdad; quien penetra hasta la verdad, no por ello es capaz de
afianzarla; quien la afianza, no por ello está en condiciones de
sopesarla en cada circunstancia particular.
Sólo quien no repara la falta que ha cometido (no
se enmienda) incurre de veras en falta.
Yo no imparto enseñanza al que no se esfuerza
sinceramente en aprender.
Escuchar muchas cosas y seleccionar de entre
ellas lo bueno y seguirlo; ver muchas cosas y grabárselas en la
mente; he aquí, al menos, el segundo grado de sabiduría.
Cuando tenía quince años, estaba empeñado en
aprender; a los treinta, contaba con una base firme; a los
cuarenta, ya no tenía dudas de nada; a los cincuenta, conocía la
ley del Cielo; a los sesenta, tenía los oídos bien abiertos; a
los setenta, era capaz de satisfacer los deseos de mi corazón
sin excederme.
Si uno se sabe de memoria las trescientas piezas
del cancionero, pero cuando se le encargan las funciones de
gobierno no es capaz de desempeñar (el puesto), o mandado en
calidad de enviado al extranjero no se sabe contestar por sí
mismo, ¿de qué sirve tanta erudición?
¿Por qué, niños, no aprendéis las canciones? Las
canciones sirven para elevarse, para atestiguar el propio valer,
para aprender sociabilidad, para aprender a odiar, para servir
en casa al padre y fuera de casa al soberano.
Las trescientas piezas del cancionero pueden
sintetizarse en estas cuatro palabras: no abrigar malos
pensamientos.
Si no se aprende, la sinceridad se trueca en
grosería; la valentía, en desobediencia; la constancia, en
caprichoso empecinamiento; la humanidad, en estupidez; la
sabiduría, en confusión; la veracidad, en ruina.
Un pueblo sólo puede ser guiado por costumbres,
no por saber.
Es hombre quien imponiéndose a su yo se somete a
los «li», a la ley de las convenciones sociales.
El noble en la práctica se deja guiar por los «li»
(costumbres)
Si predomina la sustancia, se es rudo; si
predomina la forma, se es un escriba (esto es, un pisaverde
espiritual)
¿De qué sirven los «li» a un hombre que no ama a
los hombres?
Una posición eminente sin nobleza de carácter,
culto sin veneración, prácticas funerarias sin sincero dolor: he
aquí situaciones que no soporto.
Odia a los que son viles y calumnian a quienes
son superiores a ellos; odia a los valientes que no saben de
normas de convivencia; odia a los fanáticos atrevidos que son
gente estrecha de miras.
El noble no se desentiende de sus semejantes.
El noble promueve lo que tiene de hermoso el
hombre, el vil lo que tiene de feo.
Cosa del Cielo es poseer la verdad, cosa del
hombre es buscar la verdad. Quien posee lo verdadero acierta lo
justo sin esfuerzo, logra el éxito sin reflexionar.
Quizás otros acierten de entrada; lo que es yo,
no acierto sino después de diez tentativas. Quizás otros
acierten después de diez tentativas; yo, después de mil. De
cualquier forma, quien es suficientemente perseverante para
transitar este camino, si es necio, llegará a ver claro; si es
débil, llegará a ser fuerte.
La medida y el medio son la culminación de la
naturaleza humana. El estado en el cual aún no se manifiesta la
esperanza, ni la ira, ni la tristeza, ni la alegría, se llama el
medio. El estado en el cual ellas se manifiestan pero aciertan
el ritmo justo se llama la armonía.
No hay nada más patente que lo secreto, ni nada
más tangible que lo recóndito; por eso, el noble debe ser
cauteloso con respecto a lo que él sólo es para sí.
Hacer verdaderos los pensamientos significa no
engañarse a sí mismo.
Cuando uno examina su propia interioridad y
comprueba que no hay en ella nada malo, ¿por qué habría de ser
triste, qué tiene que temer?
El noble ante nada en el mundo adopta una actitud
cerrada en favor o en contra. Se adhiere únicamente a lo justo.
Está para todos y es imparcial. Ante lo que no entiende suspende
el juicio. Se caracteriza por firmeza de carácter, pero no por
obstinación. Es tratable, pero sin intimar. Es seguro de sí,
pero no porfiado.
Quien ama a los hombres afianza a los hombres,
pues él mismo desea ser afianzado; ayuda a los hombres a lograr
éxito, pues él mismo desea lograr éxito.
Quien tiene la íntima substancia, también tiene
las palabras; quien tiene palabras, no siempre tiene también la
íntima substancia.
Si las palabras (términos, conceptos) no son las
justas, los juicios no son claros, las obras no prosperan, los
castigos resultan desajustados y la gente no sabe dónde poner la
mano y el pie. Por eso el noble escoge sus palabras de manera
que su empleo no pueda dar lugar a dudas y formula sus juicios
de manera que puedan, más allá de toda duda, traducirse en
actos. El noble no admite equívocos en lo que dice.
Mi doctrina toda se resume en una sola cosa: «tchung»
(el medio); o, acaso, en una sola palabra: «shu» (igualdad,
reciprocidad, amor al prójimo).
No puede ser calificado de noble quien desconoce
la voluntad del Cielo, no puede estar asentado sobre una base
firme quien ignora las leyes de las conveniencias («li»); no
puede conocer a los hombres quien no entiende de las palabras de
ellos.
El saber consiste en admitir como saber lo que se
sabe y como no-saber lo que no se sabe.
Cuando el corazón se agita, se ofrenda
rutinariamente. Por eso, sólo el sabio es capaz de agotar el
sentido de la ofrenda.
No enseñar a un hombre que está dispuesto a
aprender es desaprovechar a un hombre. Enseñar a quien no está
dispuesto a aprender es malgastar las palabras.
El sendero recto no es seguido. Yo conozco la
causa de ello. Los hombres instruidos lo rebasan; los ignorantes
no lo alcanzan. Los hombres de virtud fuerte llegan más allá;
los de virtud débil no llegan. El hombre de virtud auténtica
persevera naturalmente en la práctica del medio igualmente
alejado de los extremos.
Tener suficiente dominio de sí mismo para juzgar
a los otros por comparación con nosotros mismos, y obrar en
relación a ellos tal como desearíamos que obrasen con nosotros,
a esto es a lo que puede llamarse doctrina de la humanidad; no
hay nada más allá de esto.
Poseer capacidad y talentos, y aceptar la opinión
de los que carecen de ellos; tener mucho y aceptar la opinión de
los que no tienen nada; ser rico y comportarse como siendo
pobre; estar lleno y parecer vacío y desprovisto de todo;
dejarse ofender sin manifestar resentimiento; en otro tiempo
tenía un amigo que se comportaba así en la vida.
Cuando uno no sabe aún lo que es la vida, ¿cómo
podría conocer lo que es la muerte?
“El buen proceder consiste en ser sinceros en
todo y adecuar nuestra alma con la voluntad universal, esto es,
hacer a los otros aquello que deseamos que nos hagan.”
“El hombre de bien exige todo de sí mismo; el hombre mediocre
espera todo de los otros."
“La mayor gloria no es permanecer de pie, sino levantarse cada
vez que se cae."
"Solo los grandes sabios y los grandes ignorantes son
inmutables."
“Las hierbas dañinas no matan la buena simiente, pero si la
negligencia del campesino.”
“Para donde quiera que vayas, vete con todo, lleva al lado tu
corazón”
"Transportad un puñado de tierra todos los días, y hareis una
montaña."
"No corregir nuestras faltas es lo mismo que cometer nuevos
errores."
"Escoge un trabajo que tu ames, y no tendrás que trabajar un
único día de tu vida.“
"Nunca desafíes, apuesta. Si sabes que vas a ganar eres un
canalla y si no lo sabes eres un loco."
“Hasta que el sol brille, encendamos una vela en la escuridad”.
“Donde hay justicia no hay pobreza.”
“Pagar el bien con el bien y el mal con la justicia."
“Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae”.
"Cuéntame, y lo olvidaré. Muéstrame, y lo recordaré. Envuélveme,
y lo entenderé "
“Cuando naciste, a tu alrededor todos reían, sólo
tu llorabas. Haz por vivir de tal modo que, a la hora de tu
muerte, todos lloren, sólo tu rías”.
“Hay personas que lloran al saber que las rosas
tienen espinas. Otras se ríen de alegría al saber que las
espinas tienen rosas”.
“La ignorancia es la noche de la mente, mas una
noche sin luna ni estrellas”.
“Exige mucho de ti y espera poco de los otros.”
"La naturaleza humana es buena y la maldad es
esencialmente antinatural"
"Nuestra mayor gloria no está en no caer jamás,
sino en levantarnos cada vez que caemos"
"No todos los hombres pueden ser grandes, pero
pueden ser buenos."
"El que por la mañana ha conseguido conocer la
verdad, ya puede dormir por la tarde"
"Sólo puede ser feliz siempre el que sepa ser
feliz con todo."
"Transporta un puñado de tierra todos los días y
construirás una montaña"
"Por muy lejos que el espíritu vaya, nunca irá
más lejos que el corazón."
"Escoge un trabajo que ames y no tendrás que
volver a trabajar un solo día en tu vida"
"No me preocupa el no ser conocido. De lo que
trato es de hacerme digno de ser conocido."
"No hagas a otro aquello que no te gustaría que
te hicieran a ti."
"Mucho sabe quien conoce su propia ignorancia"
"Todas las cosas pueden ser bellas pero pocos las
pueden ver"
"La venganza eterniza los odios."
"Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el
corazón y larga la mano."
"Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan
como huéspedes y se quedan como amos."
"Aprender sin pensar es tiempo perdido; pensar
sin aprender es peligroso"
"Cometer un error y no corregirlo es otro error."
"El hombre superior es modesto en el hablar, pero
abundante en el obrar."
"Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las
atrae"
"Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los
demás. Así te ahorrarás disgustos"
"Quien pretenda una felicidad y sabiduría
constantes deberá acomodarse a frecuentes cambios."
"Hay personas que lloran por saber que las rosas
tienen espinas. Hay otras que sonríen por saber que donde hay
una espina, hay una rosa"
"La ignorancia es la noche de la mente. Pero una
noche sin luna , ni estrellas"
"Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende
el nuevo, puede considerarse un maestro."
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